martes, 30 de septiembre de 2008

Walt Whitman. El halcón moteado cala sobre mí



EL HALCÓN MOTEADO CALA SOBRE MÍ...

El halcón moteado cala sobre mí,
y me acusa lamentándose
por mi charla y mi pereza.

Yo también soy indomable,
yo también soy intraducible.
Sobre los techos del mundo,
resuena mi bárbaro graznido.

El último celaje del día,
se detiene a esperar por mí,
lanzo mi figura, tras las otras,
reposando verdaderamente en cualquier
sombra silvestre.
Me insta engatusándome hacia la bruma,
y hacia la oscuridad.

Me alejo como el aire,
sacudo mi bucle blanco en el sol fugitivo.
Vierto mi carne en remolinos,
y la dejo arrastrar por la mueca del encaje.
Me entrego, a mí mismo, al barro,
para brotar en la hierba que amo.

Si me necesitas,
búscame en la suela de tus botas.

Apenas sabrás quien soy,
y lo que quiero decir.
No obstante soy tu buena salud,
y filtraré con filamentos tu sangre.

No desfallezcas si no me encuentras pronto.
Si no estoy en un lugar, búscame en otro.
En algún lugar te estaré esperando.


Walt Whitman

lunes, 29 de septiembre de 2008

Mi Canelita


No quería deshojar la margarita, porque hacía tiempo que se estaba secando y a una margarita medio mustia, casi no vale la pena arrancarle las hojas.

Pero la deshojé, sin quererlo, sin premeditación, se me puso a tiro y zas, zas, zas.

Sólo me sacó de una duda: no siento nada, mi corazón está como un mármol de Ferrara. Y qué le voy a hacer, pues nada, no haré nada, aunque la verdad es que yo casi nunca hago nada.

Se me pasó, cosa que era de preveer que al llegar el invierno y cuando has transitado todo el año por un camino equivocado.Te acabas marchitando. No ha habido calor y claro, no soy una central nuclear. Apenas tengo una llamita.

Tampoco es que me guste este paisaje siberiano, en el que por más que mire a un lado y a otro no tengo ningún interés en que sea de otra manera. Se me acabó y no lo puedo evitar.
Miro para atrás y veo tonterías, sobre todo las mías, las de los otros ni me rozan y miro hacia delante y no veo nada ni nadie a quien me apetezca lo más mínimo, abrirle las puertas de mi santuario. Los que tienen la llave, ya saben como usarla.

Me meto en mi cocina y ahí me veo protegida del mundanal ruido. No quiero saber nada de nada. Llenarme de olores de sabores de colores de texturas, sudar y quemarme con la puerta del horno, de forma inevitable.

No quiero margaritas, ni rositas ni clavelitos, sólo me apetece, paz, tranquilidad, buenos alimentes, y la compañía fiel de la criaturita que yo adoro en este mundo, por encima de todos los animales de cuatro patas: mi Canelita.

Con todo y todos los demás, seré constante y amorosa (dentro de mis capacidades)
Sin favoritos.


CGC

sábado, 27 de septiembre de 2008

Otra vez


No me puedo quejar mi vida sexual onírica, es muy entretenida, y dados los tiempos que corren: segura y sin complicaciones.

He soñado con un hombre que eras tú y al mismo tiempo era el otro. Tú, porque conozco tu cuerpo, incluso mejor que el mío. Y el otro, del que no sé más, que el color de su ropa y la suposición, sobre la textura de su superficie.

Tú que esperabas los capricho que sabes que yo te doy. Y el otro, que cerraba, herméticamente, los labios, tan fuerte que ni podía tocar sus dientes con la punta mi lengua.
Mira que lo he pasado mal sin poder darle un buen morreo.

Y tú tan tranquilo, viéndome, querer profanar, al que me recrea, con su indiferencia... Estás tan seguro de tu poderío sobre mí, que ni en sueños, te pones celoso.

Si yo pudiera, abrirle la boca a uno y callársela al otro. Si yo pudiera hacer con los dos un solo hombre, calladito, mansito y con las puertas abiertas. No necesitaría de tantas películas.

Ha sido un sueño, que no ha estado mal, sobre todo por la vehemencia al querer sacar petróleo en una tierra reseca.

Al final no pasó nada memorable para ninguno de los tres.

Dicen que cuando follas con un hombre estás follando con todos los hombres de tu vida.

Pues es mentira.

Es con sólo dos y no hay manera. Y eso que estábamos en el mundo de los sueños.

Otra vez será…
CGC

viernes, 26 de septiembre de 2008

Fabio Morábito.Época de crisis


ÉPOCA DE CRISIS

Este edificio tiene
los ladrillos huecos,
se llega a saber todo
de los otros,
se aprende a distinguir
las voces y los coitos.
Unos aprenden a fingir
que son felices,
otros que son profundos.
A veces algún beso
de los pisos altos
Se pierde en los departamentos
inferiores,
hay que bajar a recogerlo:
"Mi beso, por favor,
si es tan amable".
"Se lo guardé en papel periódico".
Un edificio tiene
su época de oro,
los años y el desgaste
lo adelgazan,
le dan un parecido
con la vida que transcurre.
La arquitectura pierde peso
y gana la costumbre,
gana el decoro.
La jerarquía de las paredes,
se disuelve,
el techo, el piso, todo.
Se hace cóncavo
es cuando huyen los jóvenes,
le dan la vuelta al mundo.
Quieren vivir en edificios
vírgenes,
quieren por techo el techo
y por paredes las paredes,
no quieren otra índole
de espacio.
Este edificio no contenta
a nadie,
está en su época de crisis,
de derrumbarlo habría
que derrumbarlo ahora,
después va a ser difícil.

Fabio Morábito

jueves, 25 de septiembre de 2008

Ibn Sara As-Santarini. Aprensión



Siempre miro tu rostro con aprensión:
eres el agua clara donde abundan
los cocodrilos.


Ibn Sara As-Santarini

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Déjame


Diazepam para dormir, diazepam al despertar. Angustia, desilusión y miedo.

No entiendo mi cabeza, no entiendo mi vida, no entiendo a los hombres.

No entiendo nada de nada.

Porqué tengo que volver a sufrir, así de golpe, cuando mi cielo estaba sereno y estrellado.

Será verdad que el dolor es para siempre, que no podemos acabar con el pasado. Que siempre está agazapado para enredarse en nuestras tripas y volver a hacernos cosquillas, una y otra vez.

Por qué me tiene que doler el corazón, cuando mi cerebro está completamente seguro de que no puede ser.

No quiero a nadie que me haga sufrir: ni a ti, ni a otro ni a ningún bicho viviente; quiero que me trates como a una reina. Que me des caricias, besos; que veas por mis ojos y yo por los suyos. Y no sólo de vez en cuando.

Cada vez que me haces daño, te borro de mi vida, borro todo lo bueno que aún queda en mi cabeza y aparece todo el mal que me has hecho. Por eso sufro. Y la distancia entre los dos se vuelve totalmente infinita.

Cuando pienso que no siento nada, no es cierto. Siento dolor. Por lo que fue, por lo que pudo haber sido, por lo que murió y ya nunca será. Y sobre todo por mi soledad.

Y a pesar de todo, cuantas veces me imagino entre aquellas paredes, cuando dibujabas mi retrato en tu tremenda barrigota, sirviéndome cerveza bien fría, como a mi me gusta e intentando atiborrarme de gambas y fabada litoral (tus únicos alimentos) Tu casa y tu mesa, eran una ruina, pero tú eras un rey, mi rey y la alegría de mi vida. Más aún, eras mi vida entera.

Pero la vida no son sólo momentos memorables, aunque sean muchos. La vida son muchas pequeñas cosas, una detrás de otra, sin días alternos y para eso hay que servir y tú no servias.
La intensidad con la que yo sufrí por ti, ya pertenece a la historia. Por eso, yo te pido, por favor, que no vuelvas a mi vida.

Sabes muy bien que aunque padezca de Alzheimer, nunca te olvidaré. Pero quiero vivir.

Quiero volver a vivir.


¡¡Déjame!!


CGC

martes, 23 de septiembre de 2008

Por favor


Cuando sonó el teléfono a las 3 de la madrugada, inmediatamente supe que eras tú.

Cada vez que estando lejos, yo he tenido unos momentos de alegría, que he deseado tener a otro en mi cama, apareces tú. No sé lo que pasa, es un misterio, que exista este cordón umbilical que jode mis deseos de volver a querer ser feliz, sin tu odiada presencia.

Que nadie me querrá más que tú, que estamos unidos para siempre, que me sientes a cada momento. Qué me vaya contigo…

Como puedes ser tan egoísta, tan egocéntrico, tan inconsciente. Cómo puedes pensar que yo voy a abandonar mi vida, mis obligaciones, mis ilusiones, por un fantasma como tú.

No voy a ir a ninguna parte y mucho menos contigo. Por qué quieres meterme en una jaula, mientras tú revoloteas por ahí.

Tu voz me hipnotiza, con tus palabras me trastorno, la angustia se aferra a mi diafragma. Y cuando digo que no, que no, que no…las lágrimas se deslizan por mis mejillas y el auricular se llana de mocos.


Me preguntas que si hay otro, como tú bien sabes, que no puedo mentir, en mi silencio, comprendes que sigo estando sola. Notas que estoy llorando y que una vez más has ganado la partida: me has hecho daño.

Olvidarme de ti ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida. Déjame vivir en paz.


Por favor te lo pido.

CGC

lunes, 22 de septiembre de 2008

La margarita


No deshojaré
La margarita.

Si me dice que NO.
Entrego mi alma
Al diablo…

O a cualquier otro.


CGC

viernes, 19 de septiembre de 2008

José Ángel Buesa. Poema del olvido


Poema del olvido

Viendo pasar las nubes fue pasando la vida,
y tú, como una nube, pasaste por mi hastío.
Y se unieron entonces tu corazón y el mío,
como se van uniendo los bordes de una herida.

Los últimos ensueños y las primeras canas
entristecen de sombra todas las cosas bellas;
y hoy tu vida y mi vida son como estrellas,
pues pueden verse juntas, estando tan lejanas...

Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita,
nos da una sed más honda que la sed que nos quita,
pero estoy tan seguro de poder olvidar...

Y miraré las nubes sin pensar que te quiero,
con el hábito sordo de un viejo marinero
que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar.

José Ángel Buesa

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Designios


Te dije:
Que el mayor afrodisíaco,
Era “la inteligencia”.

Me equivoqué.

El mayor afrodisíaco,
Está, en los “designios” imposibles,
De tus ojos marrones.

CGC

domingo, 14 de septiembre de 2008

La mejor frecuencia.



El día que yo te quiero,
El sol sale por el Este
Y se pone por el Oeste.

La luna asoma desnuda,
Grande y llena,
Cómo una luna.

Las estrellas palpitan,
Y los luceros
Siguen inmóviles.

Si yo te quiero un día…
Te conviertes
En todas las músicas,
Cada nota en su lugar.

Y vibro
En la mejor frecuencia.

CGC

jueves, 11 de septiembre de 2008

Sembré.

Sembré, aré

Quité las malas hierbas.

Sembré, aré,
Quité todas las piedras.

Eché buena simiente,
Regué con agua fresca:
No hubo cosecha.

Aboné, le hablé,
Le pedí, le rogué:
No brotó ni una hierba.

Comprendí:

Que esa tierra
No era mi hacienda.

CGC

miércoles, 10 de septiembre de 2008

La luna creciente


Cae la tarde
Se encienden las farolas

La luna creciente
Asoma entre las nubes.

En ese momento, presentí,
Que mi amor
Se había acabado.


CGC

martes, 9 de septiembre de 2008

Alejandro Céspedes. Para saber de ti...




Para saber de ti me asomo a un pozo.
Me sujeto al brocal.
Grito mi nombre.
Despiertas, en el fondo,
tus pupilas de agua
flotan entre la umbría del silencio,
se mecen en lo oscuro,
me miran,
ven el cielo.
Para saber de ti grito mi nombre
y es circular, concéntricas
las sílabas resbalan
para llegar a ti,
y al rozar suavemente
tu intáctil superficie
extiendes sobre el agua
las ondas de la huida.

¿Por qué siempre te ocultas
cuando me asomo a ti?

Vuelve mi voz volando junto al eco
y hay en ella un vacío
que aísla cada letra de mi nombre.
Qué insalvable distancia se introduce
entre la vida y yo.

En la hondura del tiempo no hay un cambio.
Observo nuestra vida.
Es este hueco
que media entre los dos
y el tiempo ahonda.

Esto que te preserva
y me separa más
en cada diaria muerte
me obliga a seguir siendo mi otro mismo.

Alejandro Céspedes

domingo, 7 de septiembre de 2008

Mi sobaco


Me mirabas
Con tus ojos oscuros.

Trate de mirarte,
Buscando el pasado.

No había nada.

Sólo tu boca,
Pontificando,
Sobre mis persona.

Giré la cabeza
Y escondí la cara,
En el hueco de mi sobaco.

CGC

Domingo, 07 de septiembre de 2008

Gijón

sábado, 6 de septiembre de 2008

Gibrán khalil Gibrán. El loco



EL LOCO
(1918)

Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:

Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado, y que llevé en siete vidas.

Corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:
-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!

Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a refugiarse en sus casas.

Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó:
-Miren! ¡Es un loco!

Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:
-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!

Así fue que me convertí en un loco.

Y he hallado libertad y salvación en mi locura; la libertad de estar solo y a salvo de ser comprendido, porque aquellos que nos comprenden esclavizan algo nuestro.

Gibrán khalil Gibrán

viernes, 5 de septiembre de 2008

Gustavo Alejandro Castiñeiras. Argentina. Poema de un recuerdo


Poema de un recuerdo

Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.


Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.


Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.


Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.


Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.


Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.

Gustavo Alejandro Castiñeiras. Argentina

jueves, 4 de septiembre de 2008

Aurelio Gonález Ovies. El veneno agridulce de la vida


El veneno agridulce de la vida

Ganar, abrir, cerrar,
perder. Hoy el encuentro
feliz. Mañana la despedida.
Todo es lo mismo
y contrario. Como la luna
y el día. Todo de luz y de
sombra. Como una noche
muy llena y una casa
tan vacía.

Tomo un sorbo. Reconozco la fe.
Amargamente sonrío:
dulce veneno, la vida.
Aurelio González Ovies (Asturias)

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Lourdes Álvarez García. Si fore preciso de esplicase



SI FORE PRECISO DESPLICASE



Porque siento que me pisa la memoria

nesti día de mayu esperanzáu,

que voi perder les llaves del to sueñu

y el cantar de los branos y el to nome,

porque mudes van quedar les lletres y la eiría,

porque naide ha guardate del exiliu

nin cantará por ti

les roses de les coses que quiximos.

Porque supi’l nacer que yera’l fin,

qu’un círculu metálicu t’ataba,

porque mal escondíes lo cansao,

namás por eso te viví;

p’apartar de nosostros la mentira,

pa volver otra vez y emocioname,

pa guardate, escribir del to cuerpu

los rasgos de los meses que me dieras.

Lourdes Álvarez García



(Nórdica)

martes, 2 de septiembre de 2008

León Felipe. Como tú...



Como tú...

Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera.


León Felipe