sábado, 21 de noviembre de 2009

Czeslaw Milosz. El premio


EL PREMIO

Qué día feliz.
La niebla se disipó temprano.
Me puse a trabajar en el jardín.
Colibríes quietos sobre la madreselva.
Nada sobre la tierra que yo quisiese tener,
nadie sobre la tierra que yo pudiese envidiar.
Había olvidado todo lo que sufrí,
no tenía ya vergüenza del hombre que fui.
No me dolía el cuerpo.
Al enderezarme, vi el mar azul y las velas.

CZESLAW MILOSZ