jueves, 8 de noviembre de 2007

libres


Solo te recuerdo cuando te sueño.

Siento, tu cuerpo huesudo. El tacto de tu cara de tu nariz, los enormes ojos color de miel, que cuando miraban parecía que miraban el infinito pero cuando centraban la mirada en los míos se quedaban, quietos, acuosos y serios.

Recuerdo cuando comíamos pizzas en la “tratoría”. Yo, que solo tu presencia me alimentaba, no podía comer, se me quitaba el hambre nada más tenerte a mi lado.

Eras tan tranquilo pacífico, bien educado. Sólo te ponías chillón, viendo el fútbol con nuestros amigos, incluso saltabas del asiento, mientras yo andaba por allí dando vueltas y proporcionándoos las cervezas y tapitas. Siempre me gustó verte así tan feliz. No llegué a saber de que equipo eras, realmente un año de amor, da para poco.

Sé que en la cama estabas hecho a mi imagen y semejanza, pero no recuerdo detalles. Solo un día que me tenías agarrada por los hombros, mirándome a los ojos con esa miel que me derretía, me dijiste: “Candil, te quiero.” Sorprendida y asustada metí la cabeza debajo de la almohada y te dije:” yo no hablo de esas cosas”

Siempre he pensado que tú, entre todos los demás, fuiste el amor de mi vida.

Hoy no estoy segura de si aquello que sentíamos fue realidad o solamente un sueño

Hace mucho tiempo que no te recuerdo, pero cuando sueño contigo, todo vuelve a ser igual que entonces, incluso el fútbol..

CGC

08/11/2007 0:10:02