viernes, 9 de noviembre de 2007

Un poco de luz


Mis días y mis noches, están llenas de fantasmas.
Sobre todo mis noches.
Lamentaba no recordar mis sueños, ahora quizá por las excesivas cenas que me proporciono, todos vosotros salís de la oscuridad y me llenáis con escenas perfectas, que no lo fueron tanto pero que ahora aparecen cargadas de dulzura y realidad. Así son los fantasmas, formas de algo que no existe. Solo en nuestra mente y nuestras noches.

Si no fuera por la luz que tu esparces en mi vida, quizá podrían atraparme. Pero tú lo iluminas todo, eres de carne y hueso, aclaras mi mente y hasta cuando te enfadas y no razonas, siento el poderío que es parte de tu naturaleza enigmática.

Yo que siempre he sido mujer que buscaba la lógica, sucumbo con ganas ante tu misterio.
No eres un fantasma, aunque yo nunca encuentre tu carne; con tu luminosidad mis células, se recuperan, del sin sentido rutinario que casi siempre es mi vida.

No persigo amor, ni amistad, ni sexo, ni compañía. Sólo luz, un poquito de luz.

Como la que nos llega del sol.

Desde lejos, desde muy lejos.

CGC

viernes, 09 de noviembre de 2007