viernes, 30 de noviembre de 2007

Me cuesta tanto


El camino que me alejará de ti es rudo, encrespado y solitario, muy solitario.
Es necesario caminar sobre las olas para ir al otro lado.
Pero conseguiré atravesarlo.

Si hubiera un solo gesto de amor de cariño de esperanza, saltaría sobre los abismos que se abren a mis pies, te buscaría y estaría a tu lado por lo que nos quede por vivir.
Pero cada día la realidad es más real: tu no me quieres.

No hay nada que hacer y no habrá más días ni más años derrochando mi corazón. Sin una gota de agua, de tierra o de flores. Pero con muchos cardos a los que no soy inmune.
¿Por qué me enojas? ¿Acaso no tengo ya bastante?

He soñado tu abrazo, una palabra, tu mano sobre la mía. Y he sentido el aire que hace tu chaqueta al salir de tu querido cuerpo.
Luego todo silencio, lejanía y palabras que dejan mi corazón como una losa de granito de esas que hay en los cementerios.

Hundiré mi barco que lleva tu bandera pirata y solo sabe navegar en tu agua.
Nadaré hasta otro puerto muy lejos de ti. No te creas, soy buena nadadora

No me has dado ni una gota de cariño. Pero me has dado muchas cosas que tu siquiera sabes, ni te imaginas.
Por eso estarás siempre conmigo; grabado en mi vientre como un tatuaje.

No quiero nada más.
CGC