jueves, 23 de agosto de 2007

Imposible


Epílogo. Ángel González

EPÍLOGO

Me arrepiento de tanta inútil queja,
De tanta lamentación improcedente.

Son las reglas del juego inapelables
Y justifican toda, cualquier pérdida.

Ahora
Sólo lo inesperado o lo imposible
Podría hacerme llorar:
Una resurrección, ninguna muerte.

Ángel González

Mar doble


Sobre las olas



Son las diez y diez de la noche. Mi cuerpo está cansado, mi mente turbia, embotada sin ideas, sin ganas.

Solo tengo gana de una cosa: quiero salir corriendo, corriendo, corriendo. Atravesar las calles, las plazas, los parques, la playa.

Poner mis pies sobre las olas y correr encima del encrespado mar, correr y correr. Sin rumbo, sin destino, sin brújula.

Con la única sensación de mi cabello al viento, mi cara húmeda, los ojos cerrados, las piernas ligeras y los pies mojados, mojados y fríos.

Quizá de esa manera dejaría todo atrás, lejos: mi casa, mis vínculos, mis falsas ilusiones y las promesas que nadie me hace.

Quiero correr, por dios que quiero correr.

No, para ir a buscarte, no hay encuentro en esta vida.

Para sentir el vacío del que sabe que no hay ningún lugar a donde ir. Ni nada que esperar.

Corro, corro, corro, ligera, muy ligera.


CGC

10:39

Sin vértigo



Foto CGC

Vocación de Vértigo

La poeta no habla para seres débiles
ni siquiera para moderados
por su boca hablan
los grandemente ardientes.

Mide a pulgadas su seguir
y va hasta el último puerto,
su función es viajar
por rutas sin trazar.

No busca felicidad
ni se engaña con fantasiosas promesas
agotarse en la travesía es su destino
hasta llegar a la cumbre más alta
y desde allí
saborear sin vértigo
todos los abismos...


Consuelo Hernández. MUJERES MIRANDO AL SUR. ANTOLOGÍA DE POETAS SUDAMERICANAS EN USA. Edición crítica a cargo de Zulema Moret. Ediciones Torremozas, Madrid, 2004.

Sacado del Blog ALGO QUE DECLARAR de David González