jueves, 28 de mayo de 2009

Alfonsina Storni. El ruego


El ruego

Señor, Señor, hace ya tiempo, un día
soñé un amor como jamás pudiera
soñarlo nadie, algún amor que fuera
la vida toda, toda la poesía.

Y pasaba el invierno y no venía,
y pasaba también la primavera,
y el verano de nuevo persistía,
y el otoño me hallaba con mi espera.

Señor, Señor; mi espalda está desnuda,
¡haz estallar allí, con mano ruda
el látigo que sangra a los perversos!

Que está la tarde ya sobre mi vida,
y esta pasión ardiente y desmedida
la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!

Alfonsina Storni


miércoles, 27 de mayo de 2009

Gioconda Belli. Mayo


MAYO

No se marchitan los besos
como los malinches,
ni me crecen vainas en los brazos;
siempre florezco
con esta lluvia interna,
como los patios verdes de mayo
y río porque amo el viento y las nubes
y el paso del los pájaros cantores,
aunque ande enredada en recuerdos,
cubierta de hiedra como las viejas paredes,
sigo creyendo en los susurros guardados,
la fuerza de los caballos salvajes,
el alado mensaje de las gaviotas.
Creo en las raíces innumerables de mi canto.

Gioconda Belli

domingo, 24 de mayo de 2009

José Miguel Ullán. Manjar lento. Descanse en paz.

Manjar lento

Benditas sean las cosas que llegan siempre tarde
y no lo sienten
–perdidas ya de vista o bien batidas
o incluso blanquecinas al sol del tacto–;

su demora nos libra del sofoco
propio de cualquier logro puntual
engullido
sin pasar por el paladar ("¡a otra cosa!")
de la gratitud no rentable.

José Miguel Ullán




sábado, 23 de mayo de 2009

En un segundo


En un segundo
Me enfrié
Me despejé.

Todo era mío
Y todo me lo llevé.

Quedan los versos
Ojala que alguno
Sea bueno.
CGC

jueves, 21 de mayo de 2009

Mario Benedetti. Vivir es una loca maravilla


Vivir es una loca maravilla
Una proeza llena de promesas
Con enigmas que viven en la sombra
Y canciones que son como banderas.
Vivir es trasladarse poco a poco
Envueltos en el aire y el paisaje
Sabiendo que a la vuelta de la esquina
Todo es sencillo / nada es memorable.
Y sin embargo en esa mansedumbre
Esa dulzura/ esa tolerancia
Hay secretos que son para esconder
En los bolsillos y pliegues del alma.
Vivir es una suerte a corto plazo
Aprovecharla es nuestro compromiso
No importa que fantasmas nos espíen
Si al fin uno está en paz consigo mismo.
Hay que saber vivir con utopías
Y con otras variantes de esperanza
Y disfrutar lo mágico del beso
Al menos siete veces por semana.



Mario Benedetti



De su último libro de poemas TESTIGO DE UNOS MISMO...(que todavía no se ha editado en este continente)

martes, 19 de mayo de 2009

Mario Benedetti. Hasta mañana. Descansa en paz, Poeta.


Hasta Mañana

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja

para la muerte, que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño

que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido

por malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me digan cuando me despierte.

Mario Benedetti

domingo, 17 de mayo de 2009


Sé muy bien que tengo que seguir viviendo. Así de esta manera. Que no me puedo escapar, ni por arriba ni por abajo.

Que puedo amar a las ocho de la mañana y odiar a las ocho de la tarde. Que vibrarán mis células de felicidad, sintiéndome arropada por el universo, que está ahí y que está en mi.

Que aborreceré el caos, la enfermedad, la incomunicación.

Que comeré una fuente de lechuga con aceite y vinagre para vivir y después me tomaré un dulce para matarme un poquito a base de glucosa.

Daré gracias al cielo por haber dormido bien y que no me duela, de momento, casi nada. Siquiera, que no me tires un pellizquito en el culo. Hay otras maneras de querer aunque no tan sabrosonas.

Pido y suplico que el cariño, el cariñito genuino, esté en la salsa de mis neurotransmisores, eso es lo que me hace feliz, muchas veces, y me aparta del sufrimiento que se agazapa en mi materia gris y que no pide permiso para salir y cortarme las orejas

Es cierto que la naturaleza me ha dado gran capacidad para sufrir, sufrir a tope. Pero también para extasiarme con cada granito de arena de la playa y a veces, algunas veces, para contemplar a Dios de frente, cara a cara. Sentir la explosión del Big Ban, transcender todos los planos, humanos, físicos, mentales. Es una enfermedad. Muchos darían la vida por experimentarlo. Yo, nosotros, tomamos pastillas para dejarlo pasar. Demasiado para el cuerpo.

Prefiero mi vida cotidiana, tengo de todo y lo que me falta me lo invento con tanta intensidad que estoy en un tris tras de creérmelo, entonces tu sonrisa amiga, me pone los pies en el suelo y yo agacho la cabeza.

A veces quiero más pan, más chocolate, más sábanas de seda natural, otros paisajes, otros mundos. Entonces pienso en vosotros, en vuestros rostros, veo vuestras fotografías, vuestros gestos, vuestras ropas y me siento tan vuestra, os siento tan míos. Tan juntos, tan cerca en este pequeño punto del universo y al mismo tiempo tan inmenso. Me alegro. Se me quitan las ganas de gritar de chillar de salir corriendo. Sois lo que tengo.

Bien sé que No me entiendo, ni aspiro a entenderme y creo que no me importa.

Pero digo una cosa, de cada diez momentos de mi vida, al menos ocho, os quiero con cordura y una barbaridad. Incluso, yo, me quiero un poquito más.

CGC

17 de mayo de 2009

viernes, 15 de mayo de 2009

Ahí



Ahí
en tu centro
pegada a tu centro
te leeré
la Enciclopedia Británica.

De la A a la Z

CGC

miércoles, 13 de mayo de 2009

Erich Fromm. El arte de amar (extractos)


Erich Fromm

extractos de "El arte de amar"


De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y, al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. Lo mismo que cuando se compran bienes raíces, suele ocurrir que las potencialidades ocultas susceptibles de desarrollo desempeñan un papel de considerable importancia en tal transacción. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del "enamorarse" y la situación permanente de estar enamorado, o, mejor dicho, de «permanecer» enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa, y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor. Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto: en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar «locos» el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.



… el amor erótico: el anhelo de fusión completa, de unión con una única otra persona. Por su propia naturaleza, es exclusivo y no universal; es también, quizá, la forma de amor más engañosa que existe.

En primer lugar, se lo confunde fácilmente con la experiencia explosiva de «enamorarse», el súbito derrumbe de las barreras que existían hasta ese momento entre dos desconocidos. Pero, como señalamos antes, tal experiencia de repentina intimidad es, por su misma naturaleza, de corta duración. Cuando el desconocido se ha convertido en una persona íntimamente conocida, ya no hay más barreras que superar, ningún súbito acercamiento que lograr. Se llega a conocer a la persona «amada» tan bien como a uno mismo. O, quizá, sería mejor decir tan poco. Si la experiencia de la otra persona fuera más profunda, si se pudiera experimentar la infinitud de su personalidad, nunca nos resultaría tan familiar -y el milagro de salvar las barreras podría renovarse a diario-. Pero para la mayoría de la gente, su propia persona, tanto como las otras, resulta rápidamente explorada y agotada. Para ellos, la intimidad se establece principalmente a través del contacto sexual. Puesto que experimentan la separatidad de la otra persona fundamentalmente como separatidad física, la unión física significa superar la separatidad.

Existen, además, otros factores que para mucha gente significan una superación de la separatidad. Hablar de la propia vida, de las esperanzas y angustias, mostrar los propios aspectos infantiles, establecer un interés común frente al mundo -se consideran formas de salvar la separatidad-. Aun la exhibición de enojo, odio, de la absoluta falta de inhibición, se consideran pruebas de intimidad, y ello puede explicar la atracción pervertida que sienten los integrantes de muchos matrimonios que sólo parecen íntimos cuando están en la cama o cuando dan rienda suelta a su odio y a su rabia recíprocos. Pero la intimidad de este tipo tiende a disminuir cada vez más a medida que transcurre el tiempo. El resultado es que se trata de encontrar amor en la relación con otra persona, con un nuevo desconocido. Este se transforma nuevamente en una persona «íntima», la experiencia de enamorarse vuelve a ser estimulante e intensa, para tornarse otra vez menos y menos intensa, y concluye en el deseo de una nueva conquista, un nuevo amor -siempre con la ilusión de que el nuevo amor será distinto de los anteriores-. El carácter engañoso del deseo sexual contribuye al mantenimiento de tales ilusiones.

Erich Fromm


Tomado de:




martes, 12 de mayo de 2009

Karmelo C. Iribarren. Entre dos coches


Entre dos coches

Entre dos coches. Entre

un Renault azul y un Corsa

negro, me has venido esta tarde

a la memoria. Ya ves, cien

metros de autopista solitaria

han sido suficientes. Y pensar

que se me fue casi la vida

en mandarte al infierno.

Karmelo C. Iribarren

lunes, 11 de mayo de 2009

Dios dirá


Los pensamientos van y vienen, erráticos, creando emociones intensas, contradictorias, de poca duración, aunque parece, que van a durar siempre.

Desasosiego. Odio. Ganas de ajustar las cuentas con la vida, con los que crees que no te quieren, que te desprecian, que te mal interpretan.

Deseos de abandono, de buscar otros cielos de cruzar los mares. Ganas de acabar con todo. Menos contigo misma. Eso no.
Añoranza de cama caliente de baño interminable de música de gente, incluso, ganas de amor, de un beso en la nuca, de amistad, de cine en pantalla grande.

Mi cabeza loca…ay dios, mi cabeza loca…

Después, sentir el sol, mojarme los pies, tumbarme en la arena, querer a todo el mundo, sentirme sana ¿fuerte? Pensar en los que amo en los que amé.
Buscar tu persona dentro de mí. Escuchar Al Agujetas.

Preparar otro café.

Mis momentos de odio matutino desaparecen.
Pediré disculpas, todas las que haga falta porque tú Cándida eres bestia muy bestia y ni te enteras.

Seré buena, seré buena buena buena, para que me quieran un poquito. Para huir de la muerte un día más, para quererme hoy.

Y mañana Dios dirá.

CGC

11 de mayo de 2009

domingo, 10 de mayo de 2009

Salvador Espriu. Frágil Espejo


Frágil espejo



Non so chi sia, ma so ch'ei non è solo.
Purg., 14, 4.

Recordando a B. Rosselló-Pòrcel (5-1-1938)

Alejado en abismos,
donde el rostro me aguarda,
me acerco a verme.
Cuando la sombra penetra
el cristal puro, en silencio
me siento sonreír.

Salvador Espriu

Versión de José Batlló

viernes, 8 de mayo de 2009

Miguel Hernández.Llegó con tres heridas


Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.


Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.


Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.

Miguel Hernández

jueves, 7 de mayo de 2009

Lucía Estrada. Cosima Wagner


COSIMA WAGNER

Ofreceré mis ojos
al paso de la yegua nocturna,
ofreceré mi fiebre,
el arco de la medianoche;
porque tú estás al fondo,
porque es tu imagen
la que se oculta bajo el yelmo.

Una danza mortal
en el vientre blanco
de los sonidos que se cruzan.

Somos ángeles enraizados
allí donde nadie sueña.

La casa está vacía
y el oído.
Puedes entrar a galope
en el reino de los timbales
y las flautas.

Puedo morir
para que la música
siga en ascenso.

Lucía Estrada

miércoles, 6 de mayo de 2009

Victor Botas. ME he confundido tanto


ME he confundido tanto

que ya no sé si es cierto

que tus ojos son uvas de una noche temible

o tan sólo apariencias

espejismos inútiles

figuras


pálidos habitantes de algún sueño.


Victor Botas

viernes, 1 de mayo de 2009

Javier Ortiz. Sueño con Jamaica


Sueño con Jamaica

Sueño con Jamaica. Estoy sentado detrás de una mesa negra, rodeado de papeles, delante de una pared de la que cuelgan fotografías de desolación y soledad, entre proyectos de artículos y pilas de opinión que me reclaman. Y estoy volando hacia Jamaica.

La pantalla de fósforo verde me mira adusta. Me está pidiendo impaciente su ración cotidiana de formatos y de claves. Pero hoy –¿qué me pasa?– sólo veo en ella reflejos de espuma blanca sobre un mar de azul intenso. Un mar bajo el sol: bajo ese fiero sol de pasión que ilumina eternamente el puerto de Kingston, en Jamaica.

Sueño con Jamaica. Jamaica es una isla (no sé por qué os lo cuento, si ya lo sabéis); Jamaica es una isla primitiva, anárquica y bellísima, con casas de hojalata que desembocan en largas playas de arena fina y blanca. En Jamaica todo está por hacer, y uno puede vivir con la esperanza en la punta de los dedos, pensando que todo es aún posible y que el futuro existe. Y las gentes son sencillas, y sus sentimientos, espontáneos y directos, y hasta los asesinos son capaces de explicar lo que hacen sin recurrir a teorías sociológicas o sesudos estudios de mercado: matan –ya veis, qué cosas–, y matan porque odian y porque aman, y esos es todo, y nadie le da más vueltas.

En Jamaica, el tiempo no cuenta apenas nada. La gente es tranquila e impuntual, y muy pocos son los que admiten que les impongan una cita: ellos quedan y, al final, aparecen, pero no miran el reloj ni se preocupan por horarios.

Sueño con Jamaica, y en la Jamaica en la que yo sueño nadie se levanta la voz, y el ruido es sólo algarabía callejera, y los policías no dan miedo, aunque asusten un poco con los ruidosos piropos que lanzan a las muchachas que circulan en bicicleta y a las que el aire levanta sus faldas de mil colores.

Tal vez esa Jamaica en la que estoy soñando no exista. Tal vez esto que os estoy contando sea sólo el fruto de películas y carteles de turismo asomados a los escaparates de las agencias de viaje.

Nunca he estado en Jamaica, y es probable que nunca la vea. Me da igual. Mejor que sea así.

Mi Jamaica, esta Jamaica en la que hoy sueño, me vale porque es quimera, porque ocupa el espacio del no-aquí, porque me ayuda a imaginar que podríamos ser otros.

Y sueño, y me voy a Jamaica para mejor sentir mi distancia ante lo que veo: calles grises, gente triste. Y sueño con Jamaica para reclamar de mi más alegría, para pensar que todos podemos romper con todo, que somos capaces de no acudir puntuales a las citas, de reírnos de los estudios sociológicos que explican la muerte, de creer que el porvenir que nos espera no está condenado a ser de por vida un tiempo para el llanto.

Jamaica o muerte. Venceremos.

Javier Ortiz