viernes, 10 de octubre de 2008

Gibrán khalil Gibrán. La noche y el loco


LA NOCHE Y EL LOCO

Soy como tú, ¡oh Noche!, oscuro y desnudo; camino por la flameante senda que está por encima de
mis sueños diurnos, y siempre que mi planta toca la tierra brota de ella un roble.
-No; no eres como yo, ¡oh Loco!, pues aún te vuelves a ver cuán grande es la huella de tus pasos en
la arena.
-Soy como tú, ¡oh Noche!, silente y profundo, y en el corazón de mi soledad yace una diosa en
trabajo de parto; y en el ser que de ella está naciendo el Cielo toca al infierno.
-No; no eres como yo, ¡oh Loco!, pues te estremeces aún antes de sentir el dolor, y el canto del
abismo te aterroriza.
-Soy como tú, ¡oh Noche!, salvaje y terrible; pues mis oídos perciben los gritos de naciones
conquistadas y suspiros de olvidadas tierras.
-No; no eres como yo, ¡oh Loco!, pues aún consideras a tu pequeño ego un compañero, y no puedes
ser amigo de tu monstruoso ego.
-Soy como tú, ¡oh Noche!, cruel y terrible, pues mi pecho está alumbrado por barcos que arden en el
mar, y mis labios están húmedos de sangre de guerreros degollados.
-No; no eres como yo, ¡oh Loco!, pues aún está en tí el anhelo de encontrar a tu alma gemela, y no has
llegado a ser ley para ti mismo.
-Soy como tú, ¡oh Noche!, gozoso y alegre; pues quien mora en mi sombra está ahora ebrio de vino
virgen, y quien me sigue va pecando con regocijo.
-No; no eres como yo, ¡oh Loco!, pues tu alma está envuelta en el velo de los siete pliegues, y no llevas
en la mano el corazón.
-Soy como tú, ¡oh Noche!, paciente y apasionado; pues en mi pecho están enterrados mil amantes
muertos, envueltos en sudarios de marchitos besos.
Loco, ¿de veras piensas que eres como yo? ¿Te pareces a mí? ¿Puedes cabalgar en la tempestad como un
potro salvaje, y asir el relámpago cual si fuera una espada?
-Sí; como tú, ¡oh Noche!, como tú, soy poderoso y alto, y mi trono se asienta sobre montañas de dioses
caídos; y también ante mí desfilan los días para besar la orla de mi veste, sin atreverse a mirarme al rostro.
-¿Piensas que eres como yo, tú, el hijo de mi más oscuro corazón? ¿Puedes pensar mis indómitos
pensamientos y hablar mi vasto lenguaje?
-Sí; somos hermanos gemelos, ¡oh Noche!; pues tú revelas el espacio, y yo revelo mi alma.
Gibran Khalil Gibran