jueves, 11 de septiembre de 2008

Sembré.

Sembré, aré

Quité las malas hierbas.

Sembré, aré,
Quité todas las piedras.

Eché buena simiente,
Regué con agua fresca:
No hubo cosecha.

Aboné, le hablé,
Le pedí, le rogué:
No brotó ni una hierba.

Comprendí:

Que esa tierra
No era mi hacienda.

CGC

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo me canso de ser tierra de nadie.

Cándida González Cano dijo...

En realidad, la tierra no es de nadie...y más vale ser tierra de nadie, que tierra "conquistada".

Gracias por comentar.