martes, 2 de febrero de 2010

Ana Pérez Cañamares. Contrato

Nicoletta Ceccoli

Contrato

A todo me he entregado

como si fuera a durar.

Con cada persona

cada casa

cada ciudad

firmé un contrato

escrito sobre la piel.

Para decir adiós

he tenido que arrancarme

las cláusulas

a tiras.

Así ha sido

una y otra vez.

Con cada persona

cada casa

cada ciudad.

La letra pequeña

se esconde ya

entre cicatrices.


Ana Pérez Cañamares

2 comentarios:

unavistaalosenigmas.blogspot.com dijo...

esta muy lindo y real , cuantas veces nos hipotecamos con todo y al final es la piel gastada por los sacrificios y enfermedades , preocupaciones en fin pero no sólo con lo material a veces también con la gente más bien dicho muy amenudo
saludos

Cándida González Cano dijo...

Hola Despe, muchas gracias por tus comentarios en mi blog.
Tienes razón, a veces, nos hipotecamos con un mañana que nos estropea el presente y que nunca llega. Tenemos la costumbre de hacer contratos para buscar una seguridad que no existe. Sería mejor vivir el día a día, sin aferrarnos tanto al futuro, que a lo mejor no llega, y que si llega, no estará escrito en un papel.

Un saludo muy cordial, Candi