Hay etapas en la vida en las construimos y otras en las que tenemos que destruir, para seguir adelante, para poder dar un solo paso adelante, pues si no lo haces así esa torre, ese laberinto esa fortaleza, caerá sobre ti misma, atrapará tu cuerpo, tu cabeza, tu cara y nunca más podrás salir,
Hay que saber en que momento tu obra deja de tener valor alguno. Es el momento en que no hay corazón, no hay corazón por ninguna parte y por mucho que intentas justificarlo, sabes muy bien que esos apegos, ese cariño que tenías, han muerto. No querías verlo, pero es así, no hay corazón y por tanto no hay presente no hay porvenir que te haga dar un solo paso más.
Por eso la belleza se rompió y no puedo cerrar los ojos.
Mi corazón ajado, ya no tiene armas con que defenderse, ya casi sólo, alguna que otra palabra para expresar el gran vacío de lo que no es, ni quieres ya que sea.
Seguiré viviendo día a día, sin mirar atrás ni un solo momento y esperando que el sol salga de verdad y que no sea un espejismo.
Hay que saber en que momento tu obra deja de tener valor alguno. Es el momento en que no hay corazón, no hay corazón por ninguna parte y por mucho que intentas justificarlo, sabes muy bien que esos apegos, ese cariño que tenías, han muerto. No querías verlo, pero es así, no hay corazón y por tanto no hay presente no hay porvenir que te haga dar un solo paso más.
Por eso la belleza se rompió y no puedo cerrar los ojos.
Mi corazón ajado, ya no tiene armas con que defenderse, ya casi sólo, alguna que otra palabra para expresar el gran vacío de lo que no es, ni quieres ya que sea.
Seguiré viviendo día a día, sin mirar atrás ni un solo momento y esperando que el sol salga de verdad y que no sea un espejismo.
Aunque la oscuridad también es hermosa.
CGC
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