viernes, 28 de diciembre de 2007

No hay tema



Cuando quiero escribir y no tengo ni una sola idea, ni una palabra, no sé contar nada... entonces es cuando más necesito escribir. Porque en ese momento es la única cosa en el mundo que me gustaría hacer y si consigo escribir unas pocas palabras me salva de la angustia que muchas veces es la semilla de mis demonios

Te das cuenta de que siempre hay algo en tu cabeza que está deseando salir y gritar o amar y acariciar, pero se resiste y te aplasta.

Tú eres mi icono recurrente, para aliviar mi apatía , pero hoy tengo claro que, ni
me quieres, ni te quiero, ni me esperas ni te espero. Tus imágenes me abandonan.

Sé que mi soledad es muy sola, no conozco por cuanto tiempo será así y si alguna vez mis no plegarias encontraran respuesta.

La vida es como una proyección de fotografías, tristes-alegres-tristes en la que no tienes por donde escapar. Te toca participar, te toca, te toca, te toca.

En los días soleados, abre bien puertas y ventanas, y en los, otros, a las barricadas. Hay que resistir.

Trato de acercar tu imagen para que me consuele. Pero qué difícil, mi mente no puede procesarte, es difícil. Tendré que esforzarme un poco más. No puedo. Hoy no puedo ni recordarte. No tengo ni una endorfina.
Busco otros temas para alegrarme pero mi cabeza no tiene interés en nada. No hay tema.

Algo que no me falla es un buen baño de espuma. Os dejo.

Mañana será otro día.

CGC












3 comentarios:

Lola García dijo...

Hay días en los que no tienes nada. En los que por no tener no tienes ni las ganas de no querer sufrir.
Me han abandonado muchas musas y más que la soledad de no tenerlas me ha dolido la inspiración que se fue con ellas.
Hay días en los que quiero sufrir, llorar de pena, llorar porque se ha ido. Pero ni eso. Y como tu bien dices, esos días en los que no encuentro el sufrimiento, son en los que más me gustaría poder escribir sobre ello. Pero es inútil.

Besos, y feliz año,

Lola.

Cándida González Cano dijo...

Lola, para mí el mayor sufrimiento, es el de esos días en los que no puedo comunicar mis sentimientos con alguien o a través de la escritura. Las personas me salvan de mis angustias y si no tengo a nadie, si puedo escribir, el dolor se diluye.

Si el dolor puede hacerme difícil escribir. Cuando me siento Feliz, no escribo nada.Creo que para mí, la escritura es un sustituto del "amor". ¡Menuda Gracia!

Un abrazo Candi

Lola García dijo...

Mmmmm...quizá tengas razón y feliz no se puede escribir.
Pero lo que yo hago cuando estoy feliz, es inventarme las desgracias. Me las invento y me las creo por unos 20 minutos que tardo en escribir mi poesía y luego se me olvidan. A veces me cuesta, pero estoy consiguiendo dominar la técnica.
Así me puedo imaginar situaciones y desgracias de lo más variadas y a mis personajes les pongo nombres, cara y de todo, vamos, que me lo creo del todo.
En fin, las cosas que hacemos para escribir.

besos,

Lola.