sábado, 24 de noviembre de 2007

Juega


Por qué quieres jugar
A que te quieran,
Sin mojarte un zapato.

A sentarte en el altar
Rodeado de rosas bonitas.

Deberías saber,
Que el amor también hiere
A los que se declaran neutrales.

A los que meten
La cabeza debajo del ala

Y a los que temen
El castigo de Dios.

El amor necesita palabras
Gestos, silencios...

Y un corazón abierto
Como las puertas del cielo.
No todos sirven para este juego.



CGC

2 comentarios:

Lola García dijo...

Te he enviado un mail, ya sabes lo que pienso de este poema...me sigue agitando.

Besos,

Lola.

Anónimo dijo...

Qué cierto.
A mi me pasa lo contrario, voy siempre abierta a todo y así me va, hecha polvo estoy.
Quizá debiera encontrar el punto medio.
Saludos.
Sylvia.