
Contrato
A todo me he entregado
como si fuera a durar.
Con cada persona
cada casa
cada ciudad
firmé un contrato
escrito sobre la piel.
Para decir adiós
he tenido que arrancarme
las cláusulas
a tiras.
Así ha sido
una y otra vez.
Con cada persona
cada casa
cada ciudad.
he tenido que arrancarme
las cláusulas
a tiras.
Así ha sido
una y otra vez.
Con cada persona
cada casa
cada ciudad.
La letra pequeña
se esconde ya
entre cicatrices.
Ana Pérez Cañamares
se esconde ya
entre cicatrices.
Ana Pérez Cañamares
2 comentarios:
esta muy lindo y real , cuantas veces nos hipotecamos con todo y al final es la piel gastada por los sacrificios y enfermedades , preocupaciones en fin pero no sólo con lo material a veces también con la gente más bien dicho muy amenudo
saludos
Hola Despe, muchas gracias por tus comentarios en mi blog.
Tienes razón, a veces, nos hipotecamos con un mañana que nos estropea el presente y que nunca llega. Tenemos la costumbre de hacer contratos para buscar una seguridad que no existe. Sería mejor vivir el día a día, sin aferrarnos tanto al futuro, que a lo mejor no llega, y que si llega, no estará escrito en un papel.
Un saludo muy cordial, Candi
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