
Soneto XIV
Te vi un punto y flotando ante mis ojos
la imagen de tus ojos se quedó
como la chispa orlada en fuego
que flota y ciega si se mira al sol
y por donde quiera que la vista clavo
torno a ver sus pupilas llamear
y no te encuentro a ti, no es tu mirada
unos ojos, los tuyos nada más
Desde mi alcoba en el ángulo los miro,
desasidos, fantásticos lucir
cuando duermo sueño que se ciernen
de par en par abiertos sobre mí
Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer
yo me siento arrastrado por tus ojos
pero a dónde me arrastran no lo sé
Gustavo Adolfo Bécquer
4 comentarios:
La Piaff y Becquer en un mismo post.
Una combinación casi perfecta, al menos para mi.
Saludos
Elisa, Argentina
Becquer su historia me apasiono de niña y sigue asi
saludos y que pases buen dia
Profundo, se me clava en mi alma, por un viejo recuerdo, muy bonito Soneto.
Y se pierde en mi mirada,
la lejania de la suya,
inquieta, perdida en su andar,
que se esconde olvidada,
sin mas vista que la de ella,
que no me quiere mirar...
Buen blog, un saludo
ELISA, tienes razón, dos grandes románticos , que nos hacen volver al pasado y sentir como lo auténtico nunca se pierde.
Saludos muy cordiales.
DESPE, creo que lo primero que leí de poesía siendo casi una niña fue las rimas y leyendas de Bécquer. Me parece que el impacto que me causó aún perdura. Quizá le deba a él mi gusto por la poesía y la literatura.
Buen martes para tí también y mis mejores deseos.
FHER, muchas gracias por tu comentario, es una gran satisfacción que gusten los autores que pongo en mi blog, que desde luego a mí también me gustan.
Bécquer, lejano en el tiempo y en los gustos, pero que siempre está ahí, oculto en el pasado. Me gustaba y me sigue gustando.
Un saludo
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